El auge de los pagos digitales en Italia: qué impulsa el cambio y qué supone para las pymes

Italia, tradicionalmente dependiente del efectivo, está viviendo una fuerte transformación en los pagos, con un crecimiento notable de las soluciones digitales incluso en tiendas físicas.

Métodos como tarjetas, pagos contactless y monederos digitales están ganando terreno rápidamente. 

Según datos del Observatorio de Pagos Innovadores del Politécnico de Milán, 2024 marcó un hito histórico: por primera vez, los pagos digitales superaron a las transacciones en efectivo, alcanzando un valor total de 481 € billones, lo que representa el 43 % en pagos digitales, frente al 41 % de los pagos en efectivo.  

Uno de los datos más destacados es el crecimiento continuo de los pagos por contactless, que alcanzaron los 291 € billones en 2024, lo que supone un aumento del 19 % respecto a 2023. Hoy en día, casi nueve de cada diez pagos con tarjeta en tienda se realizan con contactless según el Observatorio. 

En las próximas secciones, veremos los factores clave que impulsan el avance del pago sin efectivo en Italia. Aunque esta transición ofrece grandes beneficios para la economía y las pymes, también conlleva nuevos retos

La buena noticia es que, con el apoyo y la tecnología adecuados, las pymes italianas pueden adaptarse con confianza a las exigencias del mercado y seguir siendo competitivas. 

¿Qué está impulsando el crecimiento de los pagos digitales en Italia?

Varios factores clave han impulsado la adopción generalizada de los pagos digitales en Italia.  

1. La aceleración digital global

El impulso global hacia la digitalización —intensificado durante los años de confinamiento— ha provocado un cambio drástico en los hábitos de los consumidores en toda Italia. Los pagos contactless y digitales, antes considerados opcionales o poco conocidos, se han generalizado. Según el Visa Annual Observatory, en colaboración con Ipsos, el porcentaje de italianos que utiliza regularmente herramientas digitales para sus transacciones aumentó del 17 % en 2021 al 44 % en 2023. Esto refleja una clara transformación en los hábitos de gasto: los pagos digitales ya no son solo una comodidad, sino parte integral de la vida cotidiana. 

La misma investigación revela que el 33 % de los usuarios abandonaría una compra si no hubiese opciones de pago digital disponibles, subrayando lo esenciales que se han vuelto estos métodos. Además, alrededor de la mitad de los usuarios confían en el móvil o el reloj inteligente, lo que demuestra no solo una mayor confianza digital, sino también un fuerte interés en herramientas de gestión financiera, como el seguimiento de gastos y funciones de ahorro. 

Este cambio de comportamiento, impulsado por la preferencia por la velocidad, la conveniencia y la seguridad percibida, sigue alimentando la adopción de soluciones cashless. 

2. Regulación y reducción de costes

Siempre se ha preferido el efectivo por su anonimato y el coste más bajo en comparación con ciertas tarjetas de crédito. Sin embargo, la introducción de la PSD2 y del Reglamento de Interchange Fee de la UE, ambos destinados a reforzar la protección del consumidor y fomentar un mercado de pagos más competitivo, ha reducido significativamente los costes ocultos.  

Estos marcos no solo abaratan los pagos con tarjeta para los comerciantes, sino que también refuerzan los derechos del consumidor, ofreciendo reembolsos más rápidos y menor responsabilidad ante fraudes. Además, Italia ha prohibido los recargos por pagos electrónicos e impuesto sanciones a las empresas infractoras.  
Al mismo tiempo, el coste real de gestionar efectivo—frecuentemente subestimado—no ha dejado de aumentar. 
Esto incluye: 

  • Comisiones bancarias por ingresos y retiradas de efectivo 

  • Gastos de seguridad relacionados con el almacenamiento, transporte y protección del dinero en efectivo 

  • Costes de tiempo y personal asociados a la gestión y conciliación del efectivo 

  • Riesgos relacionados con billetes falsos, robos y errores humanos: Aceptar pagos en efectivo expone a los negocios a la posibilidad de recibir billetes falsificados, lo que puede provocar pérdidas económicas directas—especialmente para los pequeños comercios que no disponen de herramientas eficaces de detección de fraude. Además, los negocios con gran volumen de efectivo son más vulnerables a robos, tanto internos como externos, y el manejo manual del dinero aumenta el riesgo de errores de conteo, discrepancias en los informes e ineficiencias administrativas. Todos estos riesgos elevan la carga operativa y subrayan el creciente atractivo de los pagos digitales, más seguros y trazables. 

Como resultado, el efectivo se está convirtiendo en una opción cada vez más ineficiente y menos atractiva para los comerciantes. 

3. Obligaciones legales

A lo largo de los años, diversas iniciativas gubernamentales, como el programa de cashback  ha contribuido a la concienciación sobre los pagos digitales, aunque con resultados dispares. 
Sin embargo, la medida más impactante fue la obligación de aceptar TPV, introducida en 2022, que refleja la determinación del gobierno de promover transacciones trazables. Según esta normativa, todos los comerciantes están obligados a aceptar pagos electrónicos, con multas de 30 € más el 4 % del importe de la transacción en caso de incumplimiento. 

De cara al futuro, en 2026 todos los sistemas de TPV se deberán conectar directamente con la caja registradora y transmitir los datos de venta en tiempo real a la Agencia Tributaria italiana. Esto busca detectar discrepancias con mayor eficacia y reducir la evasión fiscal. 

4. Innovación tecnológica

Los avances tecnológicos han hecho que los pagos digitales sean más accesibles y atractivos, especialmente para las pymes. Los sistemas mordernos de TPV ofrecen interfaces intuitivas y funciones avanzadas.  

Al mismo tiempo, los pagos por código QR y la rápida evolución de las plataformas de comercio electrónico han eliminado barreras técnicas, facilitando que las empresas ofrezcan una experiencia cashless. 

5. Turismo y visitantes internacionales

El turismo sigue siendo una parte fundamental de la economía italiana, además de un potente motor en la adopción de pagos sin efectivo. Con millones de visitantes internacionales cada año, muchos de ellos esperan experiencias de pago digitales, fluidas y similares a las que tienen en sus países de origen. 

Además, la creciente presencia de turistas asiáticos—especialmente de China, Corea del Sur y Japón—ha acelerado la demanda de opciones de pago como Alipay+, un ecosistema integral que permite a los clientes pagar en Europa utilizando sus métodos de pago locales preferidos. 
Apoyar este tipo de sistemas no solo mejora la experiencia del turista, sino que también abre nuevas oportunidades de ingresos para los comercios locales. 
Al alinearse con las expectativas globales en materia de pagos, las empresas italianas—especialmente en los sectores de hostelería, restauración y comercio minorista—están incentivadas a modernizar su infraestructura de pagos. 

Oportunidades y beneficios para las pymes

Los pagos digitales desbloquean ventajas poderosas para las pymes: desde flujos de caja más rápidos y menores costes de transacción hasta información más profunda sobre los clientes y acceso a mercados más amplios. Aunque el cambio requiere un esfuerzo inicial, los beneficios a largo plazo superan con creces los desafíos, convirtiéndolo en una estrategia inteligente y orientada al futuro. 

Veamos los más relevantes: 

  1. Mayor seguridad 
    Manejar grandes cantidades de efectivo conlleva riesgos significativos: robos, pérdidas y errores humanos. Los pagos digitales reducen drásticamente estas preocupaciones, creando un entorno más seguro para empleados y clientes. 

  1. Gestión financiera simplificada 
    Las transacciones digitales se registran automáticamente, lo que agiliza y hace más precisa la contabilidad y la gestión de caja. Con el socio de pago adecuado, las pymes pueden acceder a potentes herramientas de optimización. Por ejemplo, MultiSafepay ofrece un panel en tiempo real que permite a los   comercios supervisar ventas, gastos y el rendimiento del negocio, aportando información valiosa para tomar decisiones estratégicas. 

  2. Mayor eficiencia operativa 
    Al automatizar el proceso de pago, las empresas disponen de más tiempo al eliminar tareas manuales como el conteo de efectivo, la conciliación y los informes diarios. Esto libera recursos para actividades de mayor valor, como la atención al cliente o el desarrollo del negocio. 

  3. Mejora de la imagen de marca 
    Adoptar soluciones de pago digital demuestra el compromiso de la empresa con la innovación y la seguridad. En sectores donde la digitalización aún es escasa, esto puede destacar como un factor diferenciador y atraer a clientes más tecnológicamente exigentes. 

  1. Transacciones más rápidas 
    Los pagos digitales, especialmente las soluciones contactless o móviles, aceleran considerablemente el proceso de compra, mejorando el flujo de clientes y la eficiencia en tienda. El resultado es una experiencia de compra más fluida y una mayor satisfacción. 

  1. Mayor comodidad para el cliente 
    Los consumidores actuales esperan pagar con su método preferido. Ofrecer una amplia variedad de opciones de pago mejora la experiencia, reduce el abandono de carrito y fomenta la fidelidad. 

  1. Oportunidades de expansión internacional 
    Las soluciones de pago digital facilitan la atención a clientes extranjeros y la venta en varios países. Aceptar tarjetas internacionales, múltiples divisas o métodos globales como Apple Pay, Google Pay o Alipay+ abre nuevos segmentos de mercado en el exterior. 

Cómo superar los retos en pagos digitales con el partner adecuado

Aunque el cambio aporta ventajas claras, también plantea retos reales para las pymes, que a menudo cuentan con recursos limitados. 

Puntos críticos para las pymes italianas: 

  • Adaptación a la transformación digital y a las nuevas expectativas del cliente 
    El paso hacia los pagos sin efectivo no representa solo una transición técnica, sino también un cambio cultural para muchos pequeños empresarios. Estos deben adaptarse a nuevas expectativas por parte de los clientes, a exigencias normativas y a estándares tecnológicos en constante evolución, todo ello mientras gestionan las operaciones diarias del negocio. Para muchas pymes, esta transformación puede resultar abrumadora, especialmente si no cuentan con una orientación clara o apoyo especializado. 
    Al mismo tiempo, los clientes digitalmente familiarizados demandan cada vez más experiencias rápidas, fluidas y flexibles. Ya se trate de pagos móviles, programas de fidelización o recibos integrados, los consumidores esperan mucho más que una simple transacción. Satisfacer estas expectativas requiere no solo la tecnología adecuada, sino también un cambio de mentalidad hacia un servicio centrado en el cliente, con el objetivo de ofrecer experiencias personalizadas y eficientes en cada punto de contacto. 

  • Complejidad normativa y carga de cumplimiento 
    Seguir el ritmo de las normativas sobre pagos digitales, que cambian constantemente (como la transmisión de datos fiscales, las leyes de privacidad o las normas contra el blanqueo de capitales), puede resultar complicado para las pequeñas empresas que no cuentan con un equipo jurídico o administrativo propio. 

  • Complejidad en la elección del sistema de pago
    Con tantas opciones de terminales disponibles, elegir la solución adecuada puede resultar confuso. Las pymes deben tener en cuenta aspectos como la funcionalidad (por ejemplo, modos de introducción manual), la compatibilidad con distintos métodos de pago (incluidas divisas extranjeras y plataformas como Alipay+) e incluso el formato del dispositivo—ya sea un terminal de sobremesa, un equipo portátil o una solución integrada en el móvil. 

  • Brecha de infraestructuras
    En muchas zonas rurales o remotas, la conexión a Internet de alta velocidad y la tecnología moderna no están garantizadas, lo que dificulta la adopción de soluciones digitales avanzadas. 

  • Mayor exposición al fraude
    El aumento de transacciones digitales incrementa el riesgo de phishing, skimming y accesos no autorizados. Para las pymes sin medidas robustas de ciberseguridad, estos riesgos pueden ser un desafío tanto técnico como económico. 

  • Altos costes iniciales
    Incorporar pagos digitales suele implicar inversión en hardware, integración de sistemas y mantenimiento, lo cual puede ser una barrera para negocios con márgenes ajustados. 

  • Necesidad de formación del personal
    Los empleados deben aprender a manejar nuevos dispositivos de pago, gestionar transacciones digitales y resolver incidencias en tiempo real, lo que puede requerir formación continua o contratación adicional. 

No obstante, no es necesario afrontar estos retos en solitario. Asociarse con un proveedor de pago (PSP) fiable puede facilitar el proceso mediante soluciones escalables y adaptadas a las necesidades específicas de las pymes. 

En MultiSafepay ofrecemos: 

  • Monitorización y prevención proactiva de fraudes: Sistemas avanzados que detectan y señalan actividades sospechosas en tiempo real, protegiendo operaciones y datos de clientes. 

  • Infraestructura omnicanal integrada: Una plataforma única que gestiona pagos online y en tienda, garantizando una experiencia uniforme y simplificando operaciones internas. 

  • TPV inteligentes y multifuncionales: Terminales modernos que no solo aseguran transacciones seguras y rápidas, sino que también soportan la gestión de inventarios, informes y conciliaciones automáticas diarias. Es importante destacar que nuestros terminales están diseñados para ser rentables, lo que ayuda a reducir una de las principales barreras de adopción para las pequeñas empresas preocupadas por la inversión inicial. 

  • Selección personalizada de métodos de pago: Asesoramos a las empresas para elegir las opciones más efectivas según su clientela, local o internacional, aumentando las tasas de conversión. 

  • Transformación escalable y modular: Arquitectura flexible que permite digitalizarse al propio ritmo de la empresa, comenzando con una configuración básica y expandiendo capacidades según necesidades, minimizando riesgos y costes. 

En definitiva, un partner de pagos de confianza no solo ofrece herramientas, sino una hoja de ruta hacia la digitalización más accesible, segura y sostenible. 

Hacia una transición digital sostenible

En un mercado europeo cada vez más digital, mantenerse al día con las últimas tendencias de pago es esencial para la competitividad de las pymes italianas. Al elegir un socio de pago fiable, las empresas pueden diseñar un sistema de pagos a su medida, afrontando el cambio digital con claridad y confianza. 

Como hemos visto, la transición no tiene por qué ser compleja. Incluso un único TPV puede aportar valor inmediato, mejorando la eficiencia operativa, la seguridad y la satisfacción del cliente. 

MultiSafepay guía a las pymes paso a paso hacia ese futuro cashless. Así, con las herramientas y el asesoramiento adecuado, la transformación digital deja de ser un reto para convertirse en una oportunidad real de crecimiento. 

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